Estamos parados en la mitad de la cursada y podemos empezar a entender el orden y la relación que elegimos para el desarrollo de los TPs.
Acabamos de terminar el módulo de fotografía donde hicimos hincapié en el encuadre, composición, punto de vista, clima y organización en el espacio. Todos estos conceptos ya adquiridos, no los podemos dejar de lado y los tenemos que trasladar al nuevo TP de historieta. Pero, ¿qué tiene que ver la fotografía con la historieta?
Ambos medios comparten la cualidad de ser inmóviles, imágenes capturadas en un espacio y tiempo delimitadas en encuadres. Estos encuadres ahora los vamos a ubicar dentro de las viñetas. Pero con la diferencia que dentro de estas viñetas vamos a tener encerrada una porción de tiempo. Y si a esto lo combinamos con el espacio, nos da como resultado la construcción de una historia. Lo mismo que sucede en el cine.
O sea, ¿podríamos pensar a la historieta como una película en cuadritos?
Tomando como referencia algunos aspectos de la construcción de “universos visuales” encontramos algunos puntos de contacto.
Si bien el cine y la historieta tienen cada uno su propio lenguaje, es interesante analizar cómo se comparten algunos elementos en pos de la construcción de una narración.

Puesta en escena

En el cine, la puesta en escena es lo que nos hace creer la historia que vemos. Es una combinación de elementos que dan marco y ponen en situación a los personajes. La puesta en escena abarca elementos visuales, acústicos y todas las connotaciones de cada uno de ellos
Si bien en historieta no se aplica este concepto, lo podemos igualar a lo que llamamos “estilo de representación” (técnica). La idea es poder desarrollar una coherencia visual que marque de manera estética los demás elementos que conforman este medio: globos de diálogos, líneas cinéticas, tipografías, onomatopeyas, etc. Para lograr un universo estético verosímil y creíble de la historia a narrar.
Al igual que la puesta en escena, el estilo de representación tiene que estar en sintonía con el partido conceptual que estemos trabajando. Es el que nos dará espíritu e impronta al trabajo, incluso nos hará diferenciar de otros.
En el universo de historietas, son diversos los estilos que podemos encontrar. Tan diverso que sobre un mismo tópico existen diversas formas de representarlo.
Es el caso de estos ejemplos donde todos trabajan en torno a la ciudad y su contexto y cada uno lo muestra de una manera distinta.

01. Gui Delisle
Es un dibujante canadiense que trabajó en varios estudios de animación pero se hizo más conocido por sus novelas gráficas.
Entre sus trabajos encontramos “Croquis de Buenos Aires”. Se trata de una representación de la ciudad hecho a mano alzada, con escenarios sintéticos, algo desprolijos pero con suficiente claridad para reconocer el espacio que nos está mostrando.

Croquis de Buenos Aires, Gui Delisle.

02. Jorge González
Es nacido en Buenos Aires y reside desde hace casi veinte años en España. Entre sus trabajos se destaca “Fueye” premiado en 2009 con el Primer Premio Internacional de Novela Gráfica.
Se trata de una Novela gráfica que mezcla el género histórico y la autobiografía, y en la que el autor aborda los problemas socio-políticos de principios del siglo XX, la prostitución y la mafia.
Maneja un estilo de dibujo libre, desordenado y sucio. Genera un clima inquietante y por demás expresivo en un contexto de barrio de inmigrantes.

Fueye, Jorge González.

03. Ignacio Rodríguez Minaverry
Nacido en Buenos . Realizó varios trabajos relacionados con el dibujo hasta que salió la reedición de la revista «Fierro». Desde entonces se dedica a la historieta.
En 2009 publicó “Dora”. Se trata de una historia de espías judíos en la Posguerra, dedicados a cazar a los fugitivos nazis.
Maneja un estilo geométrico en blanco y negro con un alto nivel de detalle. Su técnica tiene un espíritu de plano arquitectónico lo cual lo hace sumamente claro.

Dora, Ignacio Rodríguez Minaverry.

04. Alberto Breccia
Fue un historietista uruguayo que desarrolló toda su carrera en Argentina.
Se le considera uno de los mayores representantes de la historieta argentina y uno de los iconos por antonomasia de la historieta mundial.
Entre sus trabajos se destaca la readaptación de El Eternauta.
También realizó la adaptación del cuento “Corazón Delator” de Edgar Alan Poe.
En este trabajo eligió la síntesis de planos, blancos y negros puros para darle un marcado dramatismo, representando el espacio donde se desarrollan los hechos de la manera más sintética posible: una abstracción casi total del fondo. A su vez, la repetición excesiva enmarcada en una retícula de cuatro viñetas en tres filas generando tensión y un ritmo lánguido pero repetitivo, pretende mostrar la psiquis interna del personaje que lentamente pierde la cordura.

Corazón delator, Alberto Breccia.

Casting de actores

Así como en el cine se hace un exhaustivo trabajo sobre la selección de los actores, en la historieta debemos tener el mismo cuidado a la hora de diseñar nuestros personajes. Una vez elegido el partido estético, debemos pensar a nuestros personajes dentro del mismo universo gráfico y dotarlos de características acordes.

En cierto modo nos transformamos en una especie de “directores de cine” donde trabajamos con los personajes, determinamos las escenas y los tipo de encuadres que queremos para cada momento. Además de estos elementos que se mencionaron, contamos con el texto, el cual tendrá su elección o diseño de tipografía acorde y el uso de onomatopeyas para reforzar expresiones, destacar elementos o generar climas.

¿Podríamos pensar entonces a la historieta como una película en cuadritos?
Es una forma interesante de verla en esta primera aproximación, buscando trazar un paralelismo con un lenguaje como el del cine con el que seguramente la mayoría de ustedes estén familiarizados. Pero debemos decir que la historieta es un sistema / lenguaje con entidad propia, con elementos particulares que construyen de manera sólida una narración visual. Tanto es así que la historieta es considerada el noveno arte.