A pesar de ser una industria más bien reciente, los videojuegos se han insertado rápidamente en el mundo de las problemáticas que afectan y renuevan al diseño y al arte.
El desafío está en el montaje, en cómo encadenar los frames y lograr que se relacionen de manera pensada y armónica, y que al final de la secuencia se lean como una unidad de sentido.