Ventanas, balcones y terrazas: comentarios en las redes
El texto de la semana pasada de Ale Papa nos invitó a mirar y reflexionar el encuadre de la ciudad que cada uno contemple durante este aislamiento. Abrió el juego a realizar estas dos acciones, que según expresan algunas personas en las redes, no son de ejercicio cotidiano.Hay un común denominador en los comentarios: la vorágine diaria nos acota la posibilidad que tenemos de mirar, observar y reflexionar sobre el entorno que nos rodea. Un ejercicio analógico que vale la pena rescatar a la hora de encarar trabajos que nuestra disciplina proyectual nos demande.
A continuación reunimos las ideas y pensamientos de quienes se animaron a compartirlas, las cuales resultan un aporte muy valioso y nos muestran las distintas miradas sobre el tema.
La primera en relatarnos su reflexión fue Da Iarussi, quien decia: “Esas fotografías realmente me hicieron pensar en que uno no se detiene a observar la vida. Podemos llegar a mirar pero observar y analizar lo que tenemos adelante, solo ocurre en casos como estos, dónde tal vez nos tomamos un momento de calma para reflexionar sobre el maravilloso mundo que nos rodea, siendo logrado inconscientemente por la falta del estrés o ansiedad cotidianos de la rutina diaria.Por eso en el momento del freno (en este caso medio obligado), podemos llegar a apreciar los pequeños paisajes que están ahí cada día, pero no les prestamos la debida atención.”
Por su parte, Luz Anaya también se sumaba a los comentarios reafirmando la falta de observación diaria que uno tiene y cómo esa mirada se puede ver ampliada por los medios.“Es interesante rescatar que, durante la vida cotidiana, solo miramos (como si realizáramos las acciones por inercia), no observamos detenidamente cada detalle de nuestra vida, no prestamos total atención. En esas fotografías podemos observar lo que realmente tenemos en frente de nuestros ojos. La situación actual es un claro ejemplo de las fotografías, cada día que pasa tenemos momentos para detenernos y observar.Por otro lado, cabe destacar que tenemos el punto de vista de los medios, esas imágenes que no podemos ver realmente, pero los medios de comunicación nos dejan observar.También se puede hablar de la introducción de “Medianeras”, donde se hace hincapié en la falta de planificación hacia el futuro, todo imperfecto. Está relacionado con la situación actual, las decisiones hacia el futuro ya no dependen de nosotros, las planificaciones son imperfectas. Por ejemplo, el comienzo de clases, se planificaron ciertas fechas, pero ninguna de ellas tiene cierta seguridad.Estamos viviendo una incertidumbre y para sobrellevarlo, somos espectadores de nuestra propia zona.”
Moi Gutierrez también compartió su reflexión, en la cual nos decía: “Somos espectadores limitados por el encierro lo cual nos permite observar detalles que durante la rutina no percatábamos”
En el caso de Julieta Alderete la introducción del film “Medianeras” fue el disparador para realizar la siguiente reflexión: “Me dejaron pensando las arquitecturas de Buenos Aires que aparecen en el video de la película ‘Medianeras’ en cómo, de algún modo, el afuera, la estética, inconscientemente (o conscientemente) tienen que ver y están ligados a una decisión interna, o incluso una manera de vivir, como dicen en el vídeo.Me llevó a pensar que el afuera, en definitiva, es un reflejo del adentro. De las ideas internas, que luego se proyectan y se materializan.Y que siempre hay una decisión detrás de lo que vemos pero no observamos..Por su puesto me hace pensar, también, cuanto nos hace falta observar en nuestro día a día y cómo las disciplinas proyectuales, de alguna manera, nos entrenan la mirada y nos devuelven la hermosa capacidad de observación del mundo, que tanto hace falta.Super interesante.”
Una reflexión interesante nos compartió Lula Moreno, que su recorte visual de la ciudad no lo hizo solamente con los ojos sino también tuvo en cuenta el sonido. Esto derivó en analizar el aislamiento y la privacidad. “Me hace pensar en qué tipo de privacidad tenemos… o hasta dónde es que llega. Durante estos días pude escuchar por el barrio discusiones de casas ajenas y de cierta manera sin pertenecer pertenecemos como espectadores “fantasmas” de la privacidad de esas personas, intencional o no intencionalmente. Eso me hace pensar en que yo posiblemente también sea ese alguien de quién están enterándose, como por ejemplo qué música escuchamos o qué salimos a hacer al jardín… y de cierta manera me hace pensar en como sin saberlo tus micro-historias pueden estar siendo compartida por un espectador”
Finalmente, Debii Laise coparte sus pensamiento sobre los límites espaciales y hace una analogía entre las ventanas, pantallas y redes sociales. “Es loco como sentada en el patio de mi casa me pongo a mirar a mi alrededor a vistas que parecen tan familiares y a la vez tan nuevas. Miro la medianera del vecino, que sigue siendo efectivamente la misma de siempre, pero no solo veo el límite de dónde termina mí casa y empieza la de él, sino que veo también, figuradamente, al vecino del otro lado, posiblemente también sentado en el patio y contemplando la misma medianera.Ponerme a ver todo desde mi casa me da una sensación similar a estar jugando a un juego y llegar al límite del mapa, por más que veas a lo lejos más cosas está programado para que avances hasta ahí, como si lo que está lejos solo fuera accesible por un bug y llegarás a un espacio de texturas y escenarios no cargados.Es como estar viviendo en una fotografía, viendo solo el encuadre que nos permite nuestra propia visión.La pantalla cobro aún más importancia que antes, pareciendo nuestro nexo con el “afuera”, porque en la pantalla es donde veo esos lugares que quizás ahora no puedo transitar o a las personas que en este momento no puedo visitar. Y tomo noción de cuánto más una red social se transforma en una ventana, quizás no tan transparente como la que está de un departamento a otro, en donde se puede ver al otro interactuando en su hábitat, sino como una ventana pero no vista desde nuestra visión, si no de la que el otro quiere que veas. Un doble juego en el que observamos a los otros desde sus ojos y ellos nos observan a nosotros desde los nuestros.”