Por Luciano Andújar

Exploramos el computador desde adentro y lo reflejamos en la red, cuando un espectador ve nuestra obra estamos en su computadora… y es para nosotros un gran honor estar en la computadora de otro. Uno se encuentra muy cerca de una persona cuando está metido en su desktop. Creo que la computadora es un medio para penetrar en el espíritu/mente de los hombres.

Dirk Paesmans, Jodi

En 1916 surge el movimiento artístico llamado Dadaismo que nace como crítica al arte mismo para contrariarla. Uno de sus pilares más conocidos fue el ready-made: arte realizado mediante el uso de objetos que normalmente no se consideran artísticos, porque tienen una función no artística, sin ocultar su origen.

Si nos trasladamos en el tiempo a la actualidad, nos encontramos desde los años 90 con una nueva corriente artística que de cierto modo recupera el pensamiento que aquella vanguardia: el Net.art
Esta corriente es una de las formas de arte interactivo habilitadas por los soportes digitales, la cual explora la configuración de la estructura digital como así también las prácticas de comunicación que en ella suceden.
Su objetivo es que el usuario viva una experiencia estética a través de internet, resignificando los recursos de la red y generando así una obra de arte.En general, se caracterizan por su capacidad de riesgo e innovación y por su interés en explorar los límites éticos, políticos y tecnológicos de la red.

Si hacemos una búsqueda de este tipo de piezas artísticas, encontraremos varios artistas. En este caso me quiero detener en la famosa pieza del dúo de artistas llamados Jodi– Joan Heemskerk (Jo) y Dirk Paesmans (Di) –. A ellos se los considera artistas claves del Net.art desde mediados de los años 90. Se trata de wwwwwwwww.jodi.org.

Cuando ingresamos en este link, nos encontramos con una pantalla de fondo negro y texto verde fluo con centenar de caracteres ilegibles. Esto nos remite a los principios de la informática y con un aparente error de sistema. Esta pantalla de bienvenida genera en el espectador desconcierto y desconfianza ante el posible error. Esta combinación son procedimientos pensados y elegidos por los artistas construyendo así su propia poética, vaciando de nociones arraigadas y codificadas entre el espectador y la interfaz, generando en el espectador mucha inquietud.

A su vez, esta remisión a los orígenes de la informática se debe a una particularidad de este duo que lo retoman en varios de sus trabajos: rescatan, reutilizan y deconstruyen los juguetes de su infancia tecnológica. Dan cuenta de un testimonio generacional y entiendo por ello que su objetivo es mostrar el crecimiento acelerado de las computadoras y sus programas.

Esta obra invierte la relación entre la programación y la interfaz. Convierte a la imagen en código y viceversa, logrando poner en crisis tanto la percepción de las interfaces gráficas de usuario como los códigos de construcción de objetos digitales.

Es una experiencia interesante de navegarla y analizarla como referente de esta corriente artística que propone un nuevo lenguaje el cual está en constante cambio y evolución, ya que crece a la velocidad de la tecnología. La exploración y experimentación son la clave para su desarrollo y crecimiento.